DECLARACION POLITICA DEL POLO DEMOCRATICO EUROPA
Debatida y aprobada por delegaciones de España, Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Austria y Suiza en su reunión de Montmeló, Barcelona,
el 29 y 30 de octubre de 2005
Al reformarse la constitución para dar paso a la reelección de Álvaro Uribe Vélez, se ha creado un nuevo escenario que coloca al país en una grave emergencia. La materialización de esa reelección implicaría un cambio de régimen político y la consolidación de los intereses del gobierno de EEUU, las multinacionales, los poderes regionales mafiosos y las viejas élites políticas y económicas que reclaman el mantenimiento del statu quo, la dependencia, la agudización de la guerra, concentración de las riquezas en pocas manos y empobrecimiento de la mayoría de la población. Debemos aprender de la coyuntura del referendo y las últimas elecciones municipales y departamentales, en las cuales las profundas necesidades de cambio de la sociedad se expresaron claramente en contra del actual gobierno y obtuvieron un triunfo importante. Por ello la izquierda democrática no debería esperar a marzo para tomar su decisión sobre candidatura presidencial unitaria, sino resolverla lo más pronto posible, para poder contrarrestar la campaña del actual presidente, demostrando unidad, fuerza y posibilidades de cambio, y llegar con más peso a la gran coalición que se forme para la segunda vuelta frente a Uribe. De todos modos, debemos esforzarnos a fondo por lograr la más amplia convergencia de todas las fuerzas que están por la solución política del conflicto y la transformación de Colombia en torno a una sola candidatura presidencial que impida la reelección y liderar una campaña electoral que una al pueblo y la nación en un propósito común.
La unidad de la izquierda democrática
La izquierda democrática tiene que escuchar la movilización y el clamor de unidad que asciende desde los movimientos sociales como los indígenas, las mujeres, los campesinos, los trabajadores y la Gran Coalición por el Cambio, y no ser inferior a esta responsabilidad histórica. Por ello, la unidad del Polo Democrático Independiente y Alternativa Democrática es una urgencia del país para enfrentar con éxito la política autoritaria y antidemocrática que prevalece y avanzar hacia la paz y las reformas. Esta unidad se debe consolidar hoy en las regiones, los movimientos sociales, a nivel nacional y en el trabajo internacional.
La unidad con la izquierda latinoamericana
Mientras que pueblos y países del subcontinente avanzan hacia la unidad latinoamericana y una mayor independencia frente a EEUU y el capitalismo internacional, en Colombia las élites promueven una mayor dependencia que estrangula sus posiblidades de desarrollo. La izquierda democrática colombiana debe seguir el sendero de la izquierda latinoamericana y aprovechar sus avances. Si Colombia no se une a este ascenso que se vive en la región, corre el riesgo de seguir aislada y ser utilizada como punta de lanza para los propósitos de un mayor dominio norteamericano a través de los Tratados de Libre Comercio y sus multinacionales, e incluso, que su conflicto se continúe usando como pretexto para intervenir en países vecinos.
La democratización del país
Para avanzar hacia la paz y superar los viejos problemas estructurales del país, es indispensable construir la democracia en la vida local, regional y nacional, trabajando desde los consejos municipales, alcaldías, gobernaciones y demás instituciones públicas, y desde los movimientos sociales, para que surja una nueva gobernabilidad que gane legitimidad. Este es un camino importante para avanzar hacia las reformas que requiere el país, defender el Estado social de derecho y lo que queda de la Constitución del 91. Las importantes experiencias de gobernabilidad que están desarrollando el Polo y la izquierda democrática, lo mismo que otros ejercicios de paz, soberanía y desarrollo alternativos, deberían profundizar en ese sentido.
La solución política del conflicto
Al tiempo que se impulsan las reformas, es necesario parar el derramamiento de sangre. Debemos trabajar porque la oportunidad de la Casa de la Paz con el ELN se convierta en un ejercicio que contribuya a empoderar a la sociedad colombiana, a recuperar la voz de los colombianos en la solución del conflicto y desemboque en un proceso de negociación con esta organización. Al mismo tiempo, porque se abran las puertas al acuerdo humanitario y la negociación con las FARC. La izquierda democrática debe comprometerse más a fondo con la movilización ciudadana por la paz con justicia social, apoyar la unidad de las iniciativas civiles y las distintas experiencias de paz que se desarrollan en el país, mostrar ejemplos eficientes de construcción de paz en los municipios y departamentos en los cuales ejerce la gobernabilidad democrática, darle más fuerza al trabajo internacional por la paz de Colombia y exigir a las partes enfrentadas el cumplimiento de las normas del derecho internacional humanitario. Nos oponemos a la guerra y al ejercicio de la violencia como instrumento de acción política. Reconocemos la naturaleza política de la insurgencia colombiana, pero consideramos que hoy la vía de la transformación es la lucha de masas democrática y pacífica. Repudiamos todas las formas del terror y de terrorismo de Estado, en particular el atentado personal, el secuestro, la desaparición forzada, la extorsión, las acciones armadas contra la población civil, las minas antipersonales y las detenciones masivas. Frente a los actuales acuerdos con los paramilitares y la ley de Justicia y Paz, debemos profundizar la lucha por la justicia, la verdad, la reparación, la dignificación de las víctimas, impedir la impunidad que se pretende legitimar, exigir el desmonte total de los engranajes del paramilitarismo, enjuiciar a sus patrocinadores y buscar la intervención de la justicia internacional.
Otra política frente a las drogas ilícitas
Es increíble que Colombia y sus vecinos andinos continúen haciendo suya la guerra contra el narcotráfico, después de verificar sus repetidos fracasos y efectos perjudiciales contra sus países. La persistencia en esa política consolida la inserción de Colombia en la globalización a través de la cocaína y alimenta el conflicto. Por ello, la izquierda colombiana debe unirse con los movimientos sociales y la sociedad civil de los países andinos, Latinoamérica y el resto del mundo para promover un movimiento internacional que respalde otras políticas distintas al prohibiocinismo y unilateralismo de EEUU, debata las diferentes propuestas sobre la legalización de las drogas y haga efectiva la corresponsabilidad de los países consumidores.
La agenda social
La izquierda colombiana debe ser consecuente con una agenda que ayude a elevar y ampliar la movilización social que está enfrentando la firma del Tratado de Libre Comercio, las imposiciones de los organismos financieros internacionales, la deuda externa y las reformas laborales y pensionales, las cuales continúan rebajando el valor real de los salarios y sometiendo a la pobreza y miseria a la mayoría de los colombianos. Y trabajar por mejorar la calidad de vida comenzando por el establecimiento de la renta mínima o un subsidio al desempleo. La perspectiva de género debe ser tenida en cuenta como un reconocimiento debido a más del cincuenta por ciento de la población colombiana que ha sido desconocida en sus derechos.
Ciencia y tecnología
El Polo Democrático Alternativo debe trabajar por una ciencia y tecnología acorde y comprometida con la realidad colombiana, que permita generar un proceso de reindustrialización basado en su patrimonio natural diverso y complejo, en complementariedad con el bagaje cognoscitivo de sus sociedades tradicionales. Para ello debe implementar, como política de Estado, dentro del presupuesto nacional, una mayor aportación económica que alcance en el mediano plazo un mínimo del 3% del producto interno bruto. Y dentro de ello, trabajar por una apuesta en el acceso a la sociedad de la información y la comunicación para todas las regiones, con un mayor énfasis en los entornos del Amazonas, Orinoquía, Chocó y San Andrés y Providencia.
Medio ambiente y seguridad alimentaria
La generalización de la violencia en Colombia y las fumigaciones indiscriminadas sobre los cultivos de uso ilícito, esconden una amenaza fundamental en ciernes: la destrucción del medio ambiente que pone en grave peligro la subsistencia de la sociedad colombiana. La eliminación irracional e indiscriminada de la selva, con el consiguiente exterminio de la biodiversidad, el avance de la erosión, el envenenamiento y reducción de las aguas, constituyen asuntos que el Polo Democrático Alternativo debe asumir de inmediato. Para ello debe trabajar por una reforma agraria integral, por políticas que garanticen a las generaciones futuras el uso de un agua limpia y en cantidades suficientes y por el uso sostenible de la riqueza más grande del país, la biodiversidad, para que ella beneficie al pueblo colombiano. Igualmente, por un empleo racional de la energía, reduciendo al mínimo la dependencia de los hidrocarburos y estimulando el uso de las fuentes alternativas como la solar, eólica, de biomasa, etc. Y comprometerse a asegurar el aprovisionamiento del pueblo colombiano con alimentos de buena calidad, producto de procesos de producción limpios y sostenibles originados por estructuras campesinas, indígenas y afrodescendientes, que puedan derivar su sustento de estas actividades, y de una producción agropecuaria a gran escala que respete el medio ambiente. El deterioro medioambiental es un fenómeno que va cogido de la mano con la destrucción del tejido social y cultural de las sociedades y comunidades que desde tiempos ancestrales han vivido en armonía con la gran naturaleza colombiana. El Polo trabajará por garantizar a estas comunidades el pleno dominio sobre sus territorios y el desarrollo de sus culturas, permitiendo que ellas continúen retroalimentando el desarrollo de la cultura colombiana en su conjunto.
La ética y la reforma de las viejas costumbres políticas
Los valores éticos son un requisito indispensable para transformar las viejas costumbres políticas, la perversa influencia del narcotráfico y la crisis moral que vive el país. Y ello debe empezar por las organizaciones que se plantean el cambio y la renovación. Por ello, la izquierda democrática, para recuperar la confianza de la población en la política y formar una opinión pública que defienda y supervigile el comportamiento ético de las instituciones políticas, debe comenzar por formar a su propia militancia, escrutar permanentemente las actividades de sus dirigentes y superar los vicios del caciquismo y el caudillismo. A ello puede contribuir la conformación de unas buenas comisiones de ética en todos los organismos e instancias de la organización.
Tener en cuenta la emigración
Colombia se ha convertido en un país de emigrantes. Más de cuatro millones de compatriotas han debido emigrar para conseguir un trabajo y una parte menor por motivos políticos. Ni el Estado, ni los gobiernos, ni los partidos políticos, se han preocupado por ayudar a resolver las situaciones tan difíciles que ellos enfrentan para sobrevivir en el exterior, a pesar de que las remesas que envían constituyen uno de los dos renglones de ingresos más importantes del país. Debemos comprometernos con este fenómeno desarrollando, entre otras propuestas, un Estatuto del Emigrante dentro del cual se creen los mecanismos institucionales y financieros que permitan una atención digna a los colombianos obligados al éxodo. Y en el extranjero, contribuir a la construcción de comunidad colombiana que juegue un papel en la solidaridad con las transformaciones del país y sea interlocutora con los partidos políticos hermanos y amigos para desarrollar propuestas de mejoramiento de la calidad de vida y acceso a los derechos políticos de los emigrantes. Así mismo, la migración política debe empeñarse en aportar a una inserción cada vez más positiva de Colombia en la transnacionalización de las luchas por la justicia, los derechos humanos y la paz, y en los temas contemporáneos de la realidad internacional y los procesos de globalización.
Montmeló, Barcelona, octubre 29 y 30 de 2005