Bogotá D. C, 21 de Noviembre de 2005
Senador
SAMUEL MORENO ROJAS
Presidente del
Polo Democrático Independiente
E. S. M.
Apreciado Senador:
El 8 de Febrero de este año (¡ hace ya más de 9 meses!) usted, como Presidente del Polo Democrático Independiente, me dirigió una comunicación, en mi calidad de Coordinador de Alternativa Democrática en la cual, después de reconocer y celebrar el propósito unitario que animaba a mi campaña como precandidato a la Presidencia de la República, afirmaba con toda convicción: "Coincidimos plenamente en que tanto por los intereses reeleccionistas del Presidente Uribe como por el creciente clamor de amplios sectores de la sociedad colombiana por una alternativa de izquierda democrática estamos obligados a hacer todo lo posible por unirnos".
A esa manifestación promisoria respondimos, el 14 del mismo mes, aceptando sin vacilación su propuesta de unidad en torno a la escogencia de un candidato único y a la construcción de un solo programa común, agregando otros dos ingredientes: la conformación de listas únicas a las corporaciones públicas y la construcción de una sola organización política.
Aunque no obtuvimos respuesta escrita a los dos puntos adicionales, para lograr una unidad total, sí recibimos el mensaje de aceptación por manifestaciones verbales de ustedes, ratificadas de manera inequívoca con la designación de compromisarios, por parte de ambas organizaciones, con el encargo de encontrar los mecanismos que condujesen a la búsqueda de esa unidad, meta compartida por ustedes y nosotros.
Nunca pensamos que la culminación de la empresa fuera obra que tomase unos pocos días, pero mucho menos que fuera pospuesta indefinidamente por razones injustificables en una coyuntura tan dramática como la que enfrenta el país, conducido en sentido precisamente contrario al que los sectores democráticos juzgamos correcto.
Que se siga debatiendo acerca del nombre más conveniente para la nueva organización y sobre la forma como ésta deba ser dirigida hasta la celebración de un Congreso Nacional Unitario que tomará decisiones finales al respecto, en el año 2006, resulta no sólo irrazonable sino ridículo para la opinión externa, un sector de la cual registrará complacido la incapacidad de la izquierda colombiana para superar dificultades menores en aras de un interés común superior. ¡ No es posible que nos sorprendan quienes nos asedian, discutiendo acerca del sexo de los ángeles!
Ratificando nuestro indeclinable propósito unitario, y para superar un primer escollo, acepté la fórmula propuesta por Antonio Navarro, de una consulta popular abierta el mismo día en que tendrán lugar las elecciones para corporaciones públicas, a sabiendas de que muy probablemente es a él a quien favorece. Creo que no es desmesurado pedir a ustedes un sacrificio menor en relación con las cuestiones aún pendientes.
Si, como usted acertadamente lo dijo en su comunicación del 8 de febrero, apreciado Samuel, "son muchas más las cosas que nos unen que las que nos dividen", permítame exhortar a los compañeros del PDI en quienes, reitero lo que vengo afirmando en todos los auditorios, no veo antagonistas sino aliados en una misma lucha, a no regalar más tiempo y espacio a nuestros contradictores y a sellar la unión ahora mismo en vista de los más altos objetivos patrióticos.
En el Congreso del PDI que eligió como su candidato a Antonio Navarro, los representantes de AD que asistimos en calidad de invitados, fuimos recibidos, como a usted le consta, con fuertes aplausos y al grito unánime de ¡Unidad, Unidad ¡ De ese mismo modo fueron acogidos ustedes en el Congreso nuestro del 19 de Agosto que ratificó mi candidatura por AD a la Presidencia de la República, como también a usted le consta. El mismo multitudinario clamor se escucha en todas las plazas y regiones que visitamos, ustedes y nosotros.
Si la gente de ustedes, y la nuestra, desea fervientemente la unidad y otro tanto sucede con un amplio sector político que sólo espera la consolidación del hecho para sumar sus fuerzas a las nuestras, ¿no será justo que algunos dirigentes que no la quieren o la temen, por razones inconfesables, se hagan a un lado para permitir la materialización de un propósito largamente anhelado y saludable para la democracia colombiana?
Finalmente, y para que nadie abrigue la menor duda acerca de la intención que guía mi acción política en la situación actual, manifiesto mi disposición de declinar mi candidatura, si mis compañeros de AD y ustedes juzgan el hecho conveniente para el logro de la unidad como objetivo prioritario inmediato.
Cordialmente
CARLOS GAVIRIA DÍAZ
Senador de la República
Coordinador de Alternativa Democrática