Gaviria tomará en serio la Constitución
| Absurdo creer que para desarrollar la Carta hay que hacer una revolución |
| Se niega el conflicto porque su origen está en la desigualdad social. |
| La meta es rescatar lo que aún queda de la Constitución. |
Por
Isolda María Vélez H.
Carlos Gaviria, el abogado graduado de la Universidad de Antioquia, con estudios en Harvard, ex magistrado de la Corte Constitucional, se prepara para enfrentar al candidato-presidente Álvaro Uribe en los comicios del 28 de mayo, por el Polo Democrático Alternativo.
Después de ganarle a Antonio Navarro en la consulta interna de su colectividad, Gaviria tiene el reto de liderar una campaña desde la oposición, en un ambiente de favorecimiento a la reelección de Uribe.
En su aspiración estará acompañado por la escritora Patricia Lara, activista de la izquierda en los años 80, consagrada hoy a su trabajo literario. Con ella impulsará una propuesta que se diferencia de forma sustancial del actual gobierno y que busca "rescatar lo que aún queda de la Constitución Política", para garantizar la vigencia de los derechos económicos, sociales y políticos, en el marco de un Estado Social de Derecho.
Uribe ganó hace cuatro años con el argumento de enfrentar a la guerrilla con firmeza y autoridad, usted propone una solución al conflicto social, ¿a qué le apunta?
"El doctor Uribe niega la existencia del conflicto social y la niega porque sabe que si un ciudadano se pregunta por las causas de ese conflicto social se encuentra con la miseria, la pobreza y la distribución inequitativa de la riqueza. Pensamos que eso tiene que ver con el conflicto y que para solucionarlo hay que instrumentar políticas que tiendan a cubrir esos objetivos. Creemos que el uso legítimo de la fuerza es importante pero ello conlleva a atarcar también los factores generadores del conflicto social".
Usted habla de la construcción de un Estado Social de Derecho, ¿cuáles son las bases de esa concepción?
"Están en la Constitución. En este país ocurren cosas tan absurdas como aquellas de que para hacer cumplir la Constitución hay que hacer una revolución. Nuestra propuesta es tomar en serio la Constitución. Ella es la que ha establecido la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales, que las personas tengan calidad en su vida. La propuesta consiste en diseñar políticas que permitan que esos derechos tengan vigencia".
Pero qué tanto queda de esa Constitución, si no han parado las reformas...
"Justamente tenemos que rescatar lo que aún queda".
Uribe, en cambio, promueve un Estado Comunitario...
"La diferencia es enorme. Mientras el Estado Social de Derecho implica la recuperación para el Estado de la dirección de la economía, el Estado Comunitario del presidente Uribe le endosa al sector privado las responsabilidades que le pertenecen al Estado. Nuestra propuesta va en contravía de ese Estado Comunitario, que de atractivo solo tiene la expresión porque el doctor Uribe es muy diestro en encontrar expresiones muy atractivas para nombrar realidades muy miserables. Por eso el gobierno ha estado empeñado en fracturarle vértebras a la Constitución porque ella es incompatible con el Estado Comunitario".
Esa palabra comunitario se refiere a un estado solidario....
"Se invoca la solidaridad para que las personas que están desamparadas se ayuden entre sí y me parece que ese no es el sentido de la Constitución colombiana. Ella pretende que los que tienen sean solidarios con los que no, pero el presidente Uribe solo ha ahondado la brecha entre los que tienen y los que no. Eso es lo que ellos llaman la profundización de la democracia".
¿Cómo piensa disminuir esa brecha?
"En mi campaña hay tres ejes: crecimiento de la producción, defensa del mercado interno y política de empleo.
El hilo conductor de una política seria tiene que ser el empleo, que apunta a la eliminación de subsidios. Si las personas tuvieran empleo digno para qué el Sisben; si tuvieran ingresos suficientes para costear la educación y la salud, para qué subsidios. Y desde luego hay que empreder una reforma tributaria en serio, que apunte no solo a las necesidades fiscales, sino prioritariamente a la distribución equitativa de la riqueza. Una reforma que tenga como símbolo el impuesto directo, progresivo, y que no grave ningún producto de la canasta familiar".
¿Vendría una reforma agraria para conseguir esa distribución de la riqueza?
"Es inevitable. Hay que hablar de una modernización del campo con instrumentos que permitan restituir las tierras a quienes han sido despojadas de ellas, especialmente a los desplazados. Una utilización racional del campo y créditos blandos para los agricultores".